Nudismo con etiquetas y erecciones playeras
Los debates relacionados con el sexo se imponen, en los últimos tiempos, en un foro, tan importante, como Lugares Naturistas. Primero surgió, sorpresivamente, un debate respecto de un local “nudista” gay en el barrio de Chueca y ahora otro sobre erecciones en la playa. Ninguno de los mismos formaba parte del programa planificado del Foro, que se ha visto minimizado ante estos temas. El sexo, incluso para los nudistas, siempre atrae, polariza opiniones y genera polémica. Es lógico, pues es una parte importante de nuestras vidas, pero los nudistas/naturistas siempre hemos intentado que nuestro desnudo no tenga connotaciones sexuales. Por ello resultan sospechosas las asociaciones nudismo – gay o nudismo – “heteroloquesea”. No se trata de reprobar ninguna orientación ni actividad sexual pero creo que la realización de un acto desnudo no lo convierte en “una actividad nudista”. Ahora se plantea la discusión sobre las erecciones en la playa y da la impresión que para algunos “foreros” es algo menos que inevitable. Discrepo con los que parecen estar de acuerdo con esta opinión. Es cierto que puede ocurrirle a cualquiera - de acuerdo – y sabemos que, lógicamente, los novatos y la gente joven son más propensos a estos pequeños sustos incontrolados. Tener una erección en la playa no tiene nada de particular. Exhibirla, sí. Y creo que podríamos poner en el mismo lote distintos juegos sexuales que en algunas ocasiones se aprecian en zonas nudistas.
Creo que las exhibiciones sexuales públicas son totalmente ajenas al naturismo. De hecho siempre han sido condenadas, independientemente de los criterios morales predominantes, en cualquier sociedad. ¿Por qué? Opino que no es una cuestión de moral religiosa, muy dependiente de la persona y de la sociedad en la que está inmersa, pues tiene un carácter mucho más general. La visión de una actividad sexual (y una erección puede asociarse a la misma) de algún modo nos excita, nos impacta. Y esa excitación no buscada puede verse como un acto de violencia contra nosostros. Nos sentimos de algún modo agredidos y reaccionamos ante ello.
Creo que deberíamos cuidar, y muy especialmente los nudistas, las exhibiciones sexuales públicas. Eso sí, con todo mi apoyo y afecto a las “privadas”.