Reflexiones sobre el

Ante la celebración, el próximo 15 de Julio del "Día sin bañador" con las consiguientes movilizaciones, quisiera hacer una serie de reflexiones sobre la necesidad de emprender acciones dicho día, el tipo de las mismas y el futuro de nuestro movimiento nudista.
Creo que está claro que somos un colectivo muy minoritario y aunque avancemos en aceptación - salvo un cambio radical e impredecible de nuestra sociedad - seguiremos siéndolo. Para la gran mayoría "textil" somos un colectivo (cuando nos ven como tal) formado por excéntricos inocuos - en el mejor de los casos - y degenerados exhibicionistas. Pese a todo, en algunas sociedades como la canaria y, quizás por la fuerte influencia del turismo, el grado de "aceptación" formal es bastante bueno. Solemos estar orgullosos y decir que en España el desnudo no está prohibido y que, legalmente, podemos practicarlo en cualquier parte, pero pienso que la situación legal no es tan sencilla. Nos basamos en que aquello que la ley no prohíba expresamente está permitido, en la abolición del delito penal de exhibicionismo, al aprobarse el nuevo Código Penal en 1995, y en el artículo 9.2 de la Carta Magna que obliga a los poderes públicos a eliminar los obstáculos que impidan la libertad e igualdad de los individuos y de los grupos que, como toda norma constitucional es un tanto nebulosa. Ojalá tuviésemos algo más sólido en que agarrarnos. En el fondo, podemos estar desnudos porque el legislador no ha dictaminado lo contrario o ha decidido acotarlo y limitarlo en una norma legal. No hay un clamor social contra el nudismo que le obliga a adoptar este tipo de decisiones. Creo que un día como el 15 de Julio es una ocasión para hacer proselitismo por nuestra causa, mostrar que, aunque minoría, no somos tan pocos, que las ideas que nos sustentan no son las de unos exhibicionistas degenerados, que consideramos que el cuerpo humano es bonito siempre, sin importar sexo, edad o condición, que el desnudo permite una relación más sincera y espontánea con los demás, que creemos en la familia y consideramos que todos estos valores son lo suficientemente importantes para intentar trasmitirlos a nuestros hijos (sin los panfletarios conceptos invocados para la solicitud de "playas familiares"). Somos minoría, y no debemos olvidarlo nunca. Debemos convencer, aunque la ley pueda estar hoy de nuestra parte, y aunque sólo sea por el motivo egoísta de que si no lo hacemos, si no convencemos poco a poco, podría ocurrir que la ley se pusiese en nuestra contra. Propongo mostrar nuestra pequeña fuerza acudiendo masivamente el día 15 a cualquier lugar "nudista". Las manifestaciones en cualquier otro lugar sólo servirían para reforzar una falsa imagen de exhibicionismo y provocación.
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